Al ver un film de Jacques Tati es inevitable dejarse atrapar por el juego visual que con suma maestría ha tejido el cineasta francés. Perfeccionista en grado máximo, cada película de Tati es una exhibición técnica, una apasionante historia visual donde la desbordante imaginación del director hace que cada escena sea importante, en cada escena hay algo que ver, una composición cuidada al milímetro.
Personalmente, descubrí a Tati hace un par de años, cuando vi por televisión un film suyo llamado “Las vacaciones de M. Hulot” (1953). Me sorprendió la frescura, la facilidad con la que el director muestra las escenas más cotidianas como una sucesión fluida de situaciones cómicas, con un humor fino y elegante. Monsieur Hulot (alter ego cinematográfico de Tati) es el protagonista de esta deliciosa película donde unos pobres veraneantes de un complejo turístico de la costa, verán como el extraño e ingenuo hombre de figura estilizada revoluciona sus vacaciones. La creatividad visual del cineasta francés es asombrosa y no deja de sorprendernos con gags visuales llenos de ingenio.
El humor y la fotografía son dos de los pilares del cine de Tati. La calidad cinematográfica de sus películas han hecho que Tati sea considerado uno de los grandes cómicos de la historia. Su filmografía aunque breve es una muestra de su talento (ejerció de director, guionista y actor en sus películas).
Jacques Tati (1908-1982) era hijo de una familia de aristócratas rusos emigrados y en decadencia. Tati fue un consumado deportista que durante los años 30 descubrió en el cine su gran pasión. Su versatilidad le ayudó a hacerse un hueco en el teatro y los espectáculos de variedades. Comenzó a actuar en diversos cortometrajes hasta que en 1938 dirigió el primero propio: “Retour a la Terre”. Después de la II Guerra Mundial y la realización de diversos cortos y obras teatrales, en 1949 dirige y protagoniza su primer largometraje “Día de fiesta”. Más tarde llegaría “Las vacaciones de M. Hulot” obra culmen de su talento. Sus trabajos cinematográficos fueron muy espaciados en el tiempo debido al obsesivo detallismo del director. Pero su calidad no decepcionó nunca. Prueba de ello son “Mí Tío” (1958) y “Playtime” (1968).
Gran humorista, cineasta perfeccionista, guionista ingenioso. Jacques Tati nos ha dejado una hermosa filmografía con la que dejarnos atrapar por el cine más sorprenderte.
Gerardo Martín Pujante.
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Personalmente, descubrí a Tati hace un par de años, cuando vi por televisión un film suyo llamado “Las vacaciones de M. Hulot” (1953). Me sorprendió la frescura, la facilidad con la que el director muestra las escenas más cotidianas como una sucesión fluida de situaciones cómicas, con un humor fino y elegante. Monsieur Hulot (alter ego cinematográfico de Tati) es el protagonista de esta deliciosa película donde unos pobres veraneantes de un complejo turístico de la costa, verán como el extraño e ingenuo hombre de figura estilizada revoluciona sus vacaciones. La creatividad visual del cineasta francés es asombrosa y no deja de sorprendernos con gags visuales llenos de ingenio.
El humor y la fotografía son dos de los pilares del cine de Tati. La calidad cinematográfica de sus películas han hecho que Tati sea considerado uno de los grandes cómicos de la historia. Su filmografía aunque breve es una muestra de su talento (ejerció de director, guionista y actor en sus películas).
Jacques Tati (1908-1982) era hijo de una familia de aristócratas rusos emigrados y en decadencia. Tati fue un consumado deportista que durante los años 30 descubrió en el cine su gran pasión. Su versatilidad le ayudó a hacerse un hueco en el teatro y los espectáculos de variedades. Comenzó a actuar en diversos cortometrajes hasta que en 1938 dirigió el primero propio: “Retour a la Terre”. Después de la II Guerra Mundial y la realización de diversos cortos y obras teatrales, en 1949 dirige y protagoniza su primer largometraje “Día de fiesta”. Más tarde llegaría “Las vacaciones de M. Hulot” obra culmen de su talento. Sus trabajos cinematográficos fueron muy espaciados en el tiempo debido al obsesivo detallismo del director. Pero su calidad no decepcionó nunca. Prueba de ello son “Mí Tío” (1958) y “Playtime” (1968).
Gran humorista, cineasta perfeccionista, guionista ingenioso. Jacques Tati nos ha dejado una hermosa filmografía con la que dejarnos atrapar por el cine más sorprenderte.
Gerardo Martín Pujante.
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2 comentarios:
Hola Gerardo, yo solo una preguntita, las pelis de las que hablas están en la biblioteca de Zamora, o si no esta hay algún modo de acceder a ellas? gracias.
Metáfora
Pues desconozco si están en la Biblioteca de Zamora. Pero deberían. Preguntaré a ver si tienen alguna. Sería muy recomendable pedir a la Biblioteca Pública que se haga con ellas. Merece la pena y mucho pues ver un film de Tati es una experiencia visual maravillosa. Personalmente, yo las tengo. En El Corte Inglés tienen un pack muy especial con sus 4 largometrajes y 1 dvd extra con 3 cortometrajes.
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