jueves, 6 de agosto de 2009

Exposiciones & Crónicas. Sorolla y su idea de España

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Observar una obra de Sorolla es ver un poema. Llenarse de luz y sorprenderse de cada pincelada de genialidad. Es como escuchar al oído las palabras de amor. Versos de color, tan intensos como elegantes, tan atractivos y embaucadores a los sentidos, que nos roban con dulzura minutos que sin darnos cuenta dedicamos a ver cada una de sus pinturas. Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923) fue el pintor español más conocido de su época y cultivó su fama como retratista gracias a una técnica elegante que le valió un gran éxito social.

Este fin de semana estuve en Madrid y teniendo la mañana del domingo libre, no dudé en disfrutar de las posibilidades culturales que hay en una ciudad como es la capital. Recordaba ya con incipiente timidez y dificultad que durante los años que pasé en Madrid, había visitado el Museo Sorolla sobre el año 2004. Solo quedaban en mi memoria pinceladas de luz y trazos difuminados de color. Razón que me hizo decidirme a volver a visitar el museo. Desde luego fue una feliz decisión.

El Museo de Sorolla es un magnífico ejemplo de casa museo. Conserva la esencia del ambiente original de la vivienda del pintor y a la vez es un lugar único y especial en el que poder ver la más prolífica colección de obras de Joaquín Sorolla. El edificio situado en el Paseo General Martínez Campos, fue construido en 1911 por el arquitecto Enrique María de Repullés y Vargas. Sorolla participó en la organización del espacio, separando la vivienda familiar de los estudios que forman la zona de trabajo. El jardín que rodea la vivienda es también creación de Sorolla inspirado en los Reales Alcázares de Sevilla y el Generalife de Granada. Un entorno privilegiado que muestra el gusto del pintor por las plantas y árboles, habiendo sido algunos plantados por él.

La entrada a la casa museo conduce a los tres estudios encadenadados donde Sorolla trabajaba. La Sala I presenta una introducción a la pintura y biografía de Sorolla. La Sala II era despacho del pintor y reúne las obras de la temática más conocida del pintor, las escenas de playa. En la Sala III, su lugar de trabajo, Sorolla pintó numerosos retratos, que se exponen junto a paisajes y notas de color. Las salas conservan el mobiliario y objetos con los que el pintor los adornó. En la planta principal también se puede visitar la zona social de la casa, que conserva el encanto y la decoración característica de una casa de principios del siglo XX.

La segunda planta, compuesta por cuatro salas, es el lugar donde poder ver la exposición temporal “Sorolla y su idea de España. Estudios preparatorios para la Hispanic Society of America”. Esta exposición que puede ser vista hasta el 20 de septiembre (ha sido prorrogada 1 semana más) es una magnífica oportunidad de percibir la idea que el pintor tiene de su país. Sus obras giran en torno a tres temáticas: el pueblo, el paisaje y los monumentos. Con trazos brillantes y cuidados detalles las pinturas de Sorolla adquieren un nivel difícil de igualar, un legado artístico de gran valor.

En 1911 el hispanista americano Archer Milton Huntigton encargó a Joaquín Sorolla un programa decorativo destinado a la biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York donde debía pintar catorce paneles con representaciones de la vida actual de España y Portugal. El Museo Sorolla muestra en esta exposición temporal una cuidada selección de treinta y tres estudios, con la que percibir la complejidad de este encargo que llevó siete años años al pintor.

En definitiva, la exposición temporal es una gran oportunidad para mostrar un trabajo único de Joaquín Sorolla. Y un aliciente más para aquellas personas que aún no han tenido la suerte de visitar el Museo Sorolla. El museo del pintor de la luz.

Gerardo Martín Pujante.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

No se que decir, que la descripción es tan sumamente buena, que parece que haya estado allí.Describes con sutileza llena de cariño y respeto, la obra de Sorolla,es tan suave, tan tierna la manera de hablar tanto de él, como de su obra, que dan ganas de salir corriendo a Madrid.
Puede que lo haga.
Gracias Gerardo por poder ver a través de tus ojos.

Elen

Anónimo dijo...

qué decir ante tal descripción tan bien expresada donde nos permite visualizar a través de nuestra imaginación la invitación para descubrir a Sorolla en todo su apogeo de obras, como no, en su propia casa. Este Sorolla es un buen representante de España y Portugal; tendremos que aprender de él!
Saludos, Gerardo!
Elena LAGUNO.

Anónimo dijo...

Jo! que envidia queme das, madre mía, que envidia al leerlo, me lo imagino un pelin y me das una envidia!pero sana eh!

Besicos

Rebe