lunes, 22 de noviembre de 2010

Artículo El convento de las Arrecogidas ::: Ángel Utrillas

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Este mes Ángel nos descubre algunos de los secretos de este emblemático edificio que es protagonista de dos de sus novelas, "Silbando en la oscuridad" y "La profecía del silencio".
Una interesante exposición que nos adentra en el Madrid histórico.

Para leer más:

http://www.angelutrillas.com/articulos/el_convento_de_las_arrecogidas.pdf

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4 comentarios:

Gerardo Martín Pujante dijo...

Menuda clase de historia, Ángel.

Muy interesante, a los que nos gusta profundizar un poco mas en los temas, desde luego nos has dado un pequeño tesoro con este texto.

No dejará de sorprenderme la oscuridad de esos tiempos de procesiones, santos oficios y castigos divinos... tiempos de escalofríos.

Por otro lado, hablando del ser humano y sus debilidades, me llama la atención como los hombres eran (y siguen siendo) capaces de cualquier cosa bajo su fuego del deseo, bien sorprendido me quedé en "La profecía del silencio" con ciertas instántaneas de pasión descontrolada... algo impensable para hombres de fe en tiempos de fe.

Un saludo y gracias.

Ángel Utrillas dijo...

Gracias Gerardo por tus palabras.
He reducido mucho toda la información que tengo sobre el edificio pero creo que ha quedado un articulo que puede interesar a los amantes de la historia de segunda o tercera fila.
Sobre la fe, hay mucho que hablar, no todas las fes son iguales, imagino que en aquella época como en todas habría religiosos convencidos y otros no tanto, lo que sí es cierto es que en el reinado de Felipe IV los conventos de Madrid eran un hervidero de nobles e incluso de reyes.
Ahora yo estoy un poco preocupado con la fuente de "Las Arrecogidas" que ya había perdido su nombre y su aspecto y que de nuevo está en obras, no sé en que la convertirán ahora, a lo mejor ponen una churrería que empieza a ser uno de los pocos negocios prósperos en Madrid.
Un abrazo amigo.

Gerardo Martín Pujante dijo...

El tema de los edificios y lugares que desaparecen es bastante triste, todos podemos recordar lugares en nuestra propia ciudad que eran seña de algo, que tenían un significado para nosotros, aparte claro está de su valor arquitectónico o histórico.

Es un problema político de tomas de decisiones, sin analizar las consecuencias de esos cambios, pero todo lo que puede mover dinero acaba contaminado o transformado...

Un saludo, Ángel.

Javier Valls Borja dijo...

Magnífico e ilustrativo artículo que nos sumerge en la historia y en las transformaciones que, a través de ella, sufren sus escenarios.

Su lectura me ha picado la curiosidad y he buscado en Internet con la intención de ver más imágenes del convento, pero lo cierto es que no tiene muchas entradas en la red. Me hubiera gustado ver su fachada primitiva, o su claustro, pero supongo que este convento, como tantas otras cosas, permanecerá en el olvido hasta que Belén Esteban o algún personajillo similar, lo nombre, aunque sea por error.

Como sospecho que Rafael, el "prota" de "Silbando en la oscuridad" tiene mucho de ti, y que muchas de sus "percepciones extrasensoriales" las habrás percibido tú antes que él, te propongo que nos cuentes, en primera persona, alguna de tus experiencias en el convento. Sería de lo más interesante.

Un abrazo.